(Buenos Aires, 4 de abril) La alimentación de niñas, niños y adolescentes (NNyA) se caracteriza por un alto aporte de productos ultraprocesados, como bebidas azucaradas y carnes procesadas, situación que atraviesa a todos los estratos sociales y regiones del país, según una investigación de FIC Argentina y UNICEF Argentina presentada hoy.
Los resultados del estudio muestran que el patrón alimentario de chicas y chicos está alejado de las recomendaciones de consumo de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA). Se consume solo el 20% de las cantidades recomendadas de frutas y verduras.
El objetivo de la investigación fue caracterizar el patrón de consumo de alimentos y el estado nutricional actual en la población de NNyA en el país, y describir en profundidad las inequidades que existen al momento de consumir diferentes tipos de alimentos. Para ello se tomaron los datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS 2018), de la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE 2018) y, para analizar los cambios en la relación entre estado nutricional y la situación socioeconómica se analizaron dos cortes transversales de la EMSE (2012-2018). Los resultados principales del estudio señalan que:
- Los niños, niñas y adolescentes consumen en promedio apenas el 20% de las cantidades recomendadas de frutas y verduras.
- Los productos ultraprocesados son la base de su alimentación, representando más del 35% del aporte calórico diario. El elevado consumo de estos productos se observó en toda la población infanto-juvenil.
- La malnutrición por exceso se asocia a la pobreza en adolescentes de 13 a 17 años. Los y las adolescentes de hogares de nivel socioeconómico más bajo tienen 58% más probabilidad de malnutrición por exceso respecto a los adolescentes de hogares de nivel socioeconómico más alto.
- La malnutrición por exceso en adolescentes está en aumento en todos los grupos socioeconómicos. Entre el 2012 y el 2018 se evidenció que el aumento en la prevalencia de malnutrición por exceso fue mayor en los adolescentes de hogares de niveles educativos bajo y medio respecto al alto.
“Este estudio nos permite identificar los déficits y/o excesos en el patrón de consumo de esta población y promover medidas que mejoren su estado nutricional. En esta línea, la ley de etiquetado es un gran avance y, para asegurar su cumplimiento, es necesario que el Estado asuma un rol activo en la fiscalización y en la imposición de sanciones. Además, es necesario que a nivel subnacional se adhiera a la ley y sus normas complementarias, y que se incluyan medidas adicionales que permitan avanzar hacia la promoción de la alimentación saludable en distintos ámbitos”
Señaló Victoria Tiscornia, nutricionista e investigadora de FIC Argentina.
“Los resultados de este estudio muestran la necesidad de que se cumpla correctamente la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, que incluye el etiquetado frontal de alimentos, con énfasis en entornos escolares y regulación de la publicidad de productos no saludables, incluido el marketing digital”, explicó el Especialista del Área de Salud de UNICEF Argentina, Javier Quesada. “También es importante poder avanzar en políticas que impulsen el consumo de frutas y verduras en la población”, subrayó.