El 12 de mayo termina la consulta pública donde se evalúa la propuesta presentada por la sociedad civil para actualizar el Artículo 155 tris del Código Alimentario Argentino, que regula la presencia de Grasas Trans en los alimentos comercializados, y así reducir el contenido de las mismas y eliminar los aceites parcialmente hidrogenados. Las organizaciones invitan a la población a apoyar la propuesta.
(Buenos Aires, 2 de mayo) Teniendo como objetivo proteger la salud de la población de todo el país, distintas organizaciones de la sociedad civil se agruparon para trabajar en una mejor regulación en materia de grasas trans. En este sentido, solicitan que se establezca un límite máximo del contenido de grasas trans de producción industrial del 2% respecto a las grasas totales en todos los productos, incluidos aquellos que son utilizados como ingredientes y/o materiales primas, y que se prohíba el uso de los aceites parcialmente hidrogenados.
Esta propuesta está actualmente, y hasta el 12 de mayo, en consulta pública y se espera que, a partir de la participación de la ciudadanía, sea aprobada por la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL). Se trata de una propuesta que pasó a Consulta Pública luego de las reuniones de la CONAL del 13 y 14 de marzo de este año. En este marco, desde la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (FAGRAN), la Fundación Interamericana del Corazón (FIC Argentina), la Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales (SANAR) y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS) se invita a toda la comunidad a participar de este proceso a través de la firma de una carta de apoyo a la propuesta. De esta manera, la ciudadanía tiene la posibilidad de participar en esta instancia de discusión sobre una política de salud pública.
Las grasas trans de origen industrial se encuentran en productos como galletitas, snacks, baños de repostería, entre otros productos ultraprocesados, así como también en productos de panadería. La evidencia científica establece que este tipo de grasas no son esenciales, no se requieren para ninguna función biológica en el organismo y no tienen ningún beneficio para la salud. Por lo tanto, los estándares internacionales recomiendan que su consumo se elimine de la dieta mundial.
La consulta pública se desarrolla hasta el 12/5 y toda la comunidad puede participar. Para hacerlo, solo hay que acceder a www.chaugrasastrans.org y firmar la carta.