El proyecto enviado al Congreso de la Nación por el Poder Ejecutivo el pasado 27 de diciembre, denominado “Ley Ómnibus», incluye modificaciones en los impuestos a los productos de tabaco y nicotina. Organizaciones de la sociedad civil hacen un llamamiento para evitar cualquier retroceso en políticas de control de tabaco que protegen la vida de millones de personas.
(Buenos Aires, 8 de enero) El 27 de diciembre el Poder Ejecutivo envió al Congreso de la Nación un proyecto de reforma tributaria que contempla una modificación del marco regulatorio vigente sobre productos de tabaco. Propone modificar la estructura impositiva de estos productos y, en paralelo, crea un impuesto diferencial a los productos emergentes de tabaco y nicotina (cigarrillos electrónicos -CE- y productos de tabaco calentado -PTC-), gravando con alícuotas muy bajas productos que hasta ahora se encuentran prohibidos. Estas modificaciones carecen de una perspectiva de salud pública, implicando un retroceso en materia de protección de la salud y un incumplimiento a los compromisos internacionales asumidos.
Específicamente, el proyecto plantea eliminar el impuesto interno mínimo a los cigarrillos, incrementar en 3 puntos porcentuales su alícuota y crear un gravamen con una alícuota del 20% al CE y de 25% a los PTC. Desde las organizaciones señalan que la eliminación del impuesto mínimo es especialmente problemática porque convalidaría la existencia de cigarrillos muy baratos en el mercado, atentando contra el objetivo de reducir el consumo.
Por otro lado, mientras que organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial recomiendan aplicar impuestos elevados a los CE y PTC, el proyecto propone gravarlos con un impuesto mucho más bajo que el de los cigarrillos tradicionales, facilitando un mayor consumo de estos productos y la iniciación en jóvenes. La evidencia científica señala que el consumo tanto de CE como de PTC se asocia al consumo de cigarrillos tradicionales y es la puerta de entrada al consumo de niños, niñas y adolescentes. A su vez, existe evidencia del daño a la salud de estos productos y son desalentados como mecanismo para la cesación tabáquica según las Guías Nacionales de Tratamiento de Adicción al Tabaco.
«“Desde las organizaciones firmantes destacamos que la reforma tributaria sobre los productos de tabaco y nicotina presentada implica un retroceso en la protección del derecho a la salud. Estas reformas deben elaborarse desde una perspectiva de salud pública donde el objetivo sea desincentivar el consumo de estos productos perjudiciales y no facilitarlo. Tanto FIC Argentina como nuestros colegas de la sociedad civil nos ponemos a disposición para trabajar con las autoridades en el diseño de medidas que mejoren los estándares en la lucha contra el consumo de productos de tabaco y nicotina”
Mario Bedosti,
Coordinador de Incidencia de FIC Argentina.
Sobre el tabaquismo en Argentina:
En Argentina hay aproximadamente 46 mil muertes al año por enfermedades vinculadas al tabaquismo. La edad de inicio al consumo se ubica entre los 12 y los 15 años. Además, y a pesar del marco regulatorio existente, aún fuma el 22% de la población adulta del país. En términos económicos, en 2022 la recaudación de impuestos al tabaco solo alcanzó para cubrir el 31% de lo que el Estado gastó en la atención de enfermedades relacionadas al tabaquismo.
Nuestro trabajo
Somos una organización de la sociedad civil con 15 años de experiencia en la promoción de políticas públicas de salud.
Investigamos, incidimos y comunicamos para prevenir las enfermedades no transmisibles, especialmente las cardio y cerebrovasculares, a través de políticas públicas y cambios sociales.