Hace una semana el vocero de la Presidencia de la Nación informó que Argentina se retirará de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde FIC Argentina repudiamos tal decisión y destacamos el rol clave de la entidad en la definición de líneas de acción para la prevención y control de enfermedades, así como también en la gestión de emergencias sanitarias y en la coordinación de respuestas globales frente a distintas epidemias que se han desarrollado en la historia de la humanidad.
En la comunicación oficial se justificó tal decisión como un intento para proteger la soberanía del país frente a un organismo internacional. Sobre este punto nos vemos en la necesidad de aclarar que cada Estado es soberano y responsable de sus políticas sanitarias, dado que las políticas de OMS no son vinculantes. Sin embargo, el apoyo de la entidad es fundamental para que las decisiones de los países sean informadas y basadas en evidencia científica.
Destacamos que Argentina aprobó la constitución de la Organización Mundial de la Salud y el protocolo concerniente a la Oficina Internacional de Higiene pública mediante ley 13.211 en el año 1948, mecanismo por el se incorporó como Estado Miembro a la Organización.
A continuación se detallan algunas de las implicancias que tendrá dejar de ser parte de la OMS:
- Pérdida de la participación en espacios internacionales claves de planificación y toma de decisiones de política sanitaria.
- Privación del apoyo técnico en la elaboración de la política sanitaria: las guías y estrategias de la OMS representan una contribución fundamental para las políticas públicas destinadas a promover y proteger la salud de la población.
- Exclusión de Argentina del 14.º Programa General de Trabajo 2025-2028 de la OMS, que busca impulsar la equidad en la salud y la resiliencia de los sistemas de salud frente al cambio climático y opera como una agenda mundial de salud para ese período.
- Renuncia a la cooperación técnica para el enfrentamiento del dengue y a la participación de la “Estrategia de Gestión Integrada para la Prevención y Control del Dengue”.
- Abandono del Reglamento Sanitario Internacional (RSI-2005), instrumento que tiene como objetivo la prevención y respuesta a emergencias de salud pública de los Estados, con implicancias internacionales. Esto incluye la vigilancia y el control de enfermedades, así como la promoción de la salud global en forma coordinada.
- Imposibilidad de acceder a los Fondos Rotatorios Regionales (FRR), que son mecanismos de cooperación técnica que permiten a los países de las Américas acceder a vacunas de calidad, medicamentos esenciales y suministros de salud pública a precios asequibles de manera oportuna y transparente.
- Abandono de redes internacionales de transferencia científica-tecnológica y de formación de recursos humanos en salud pública, que aseguran altos estándares de calidad y reconocimiento internacional. Actualmente instituciones argentinas como el INCUCAI, el Malbrán y la ANLIS son Centro Colaboradores de la OMS.
- Pérdida de apoyo y cooperación para programas de enfermedades transmisibles y no transmisibles, salud mental, materno infantil, vacunas, entre otros.
- Debilitamiento de las capacidades técnicas de los gobiernos subnacionales. El abandono de la OMS no implicaría únicamente una regresión de recursos para la gestión sanitaria del Gobierno Nacional, sino también de las provincias, ya que estás también articulan de manera directa con organismos internacionales.
A su vez, el artículo 1 de la OMS está alineado con el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y otros tratados de derechos humanos, los cuales tienen rango constitucional en Argentina. Dado que el Poder Legislativo reconoce estos instrumentos con la máxima protección jurídica, la posible salida de Argentina de la OMS se considera una regresión en sus compromisos internacionales de protección y garantía de derechos humanos. Además, la Asamblea de la Salud, órgano de la Organización Mundial de la Salud, tiene autoridad para hacer recomendaciones a los Estados Miembros respecto a cualquier asunto que esté dentro de la competencia de la Organización. El retiro de la Argentina de la Organización Mundial de la Salud, implica la vacancia de un espacio en donde la sociedad civil pueda recurrir ante violaciones por parte del Estado, al derecho humano a la salud.
Esta decisión deja a Argentina por fuera de las discusiones, recursos y cooperaciones clave para la garantía del derecho a la salud en Argentina.